Según un reciente estudio desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad de Linköping y el Hospital Universitario Karolinska, al combinar el mineral selenio con una sustancia parecida a las vitaminas denominada coenzima Q10 es posible reducir el riesgo de mortalidad cardiovascular en más de un 50%, especialmente en personas mayores.

En este estudio, en el que participaron 443 mujeres y hombres suecos de entre 70 y 88 años de edad, los investigadores observaron que aquellos que consumían dicha combinación de antioxidantes presentaban una tasa inferior al 50% de mortalidad cardiovascular que los que tomaban un placebo.
Mejor función cardiaca
Además de reducir la mortalidad cardiovascular en un porcentaje tan elevado, los complementos de selenio y de coenzima Q10 se ha comprobado que mejoran sustancialmente la función cardiaca. Los voluntarios que tomaban los complementos presentaban niveles inferiores de una sustancia denominada NTproBNP.
Un nivel elevado de esta sustancia es normalmente un síntoma de que el corazón está trabajando bajo estrés. En segundo lugar, los científicos observaron, en base a la realización de ecocardiogramas, que el músculo cardiaco de las personas que formaban parte de grupo que recibió tratamiento activo funcionaba significantemente mejor que los del grupo placebo.
¿Qué es el selenio?
El selenio es un oligoelemento que se encuentra de forma natural en la alimentación. Es importante para el normal funcionamiento de la salud y ayuda apoyando una serie de funciones, como por ejemplo, la fertilidad, la función inmunológica, la defensa celular, así como la habilidad del cuerpo para combatir las inflamaciones. Varios estudios han demostrado un vínculo entre la presencia de bajos niveles de selenio y un aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
¿Qué es la coenzima Q10?
La coenzima Q10 es una sustancia parecida a las vitaminas que está presente en la alimentación, pero que también se produce de forma natural en el hígado humano. Todas las células lo necesitan para fabricar energía mediante un proceso en el que la grasa, los carbohidratos y las proteínas son convertidos en ATP (adenosina trifosfato). Este es el método de producción de un 95% de la energía del organismo.
A medida que envejecemos disminuyen nuestros niveles de coenzima Q10. Además, se ha observado la presencia de niveles reducidos de dicha sustancia en el tejido del músculo cardiaco de, por ejemplo, pacientes con insuficiencia cardiaca crónica. En varios estudios se ha observado como la toma de complementos de coenzima Q10 ha proporcionado mejoras clínicas en forma de mayor rendimiento cardiaco.