El profesor Luc Montagnier, premio Nobel de Medicina 2008, escribe en su último libro “Las batallas de la vida”, refieriéndose a los enzimas antioxidantes como elementos cruciales para mejorar la salud y evitar la enfermedad, incluso el cáncer: “ algunas mutaciones transmitidas genéticamente atenúan mucho la capacidad de éstos enzima. Lo ideal sería detectarlas con análisis molecular.
Así, un médico correctamente formado en este ámbito podría, antes de prescribir un tratamiento antioxidante, tener los parámetros precisos del estrés antioxidante de su paciente, y en un futuro cercano también información de su terreno genético”…y acaba diciendo: “¿pero acaso existe ese médico?”.