NOVEDADES del último CONGRESO sobre NUTRICIÓN y SALUD

Recientemente, y fieles al espíritu innovador y científico de nuestro centro, tanto el Dr. Xercavins como el Dr. Diéguez han acudido al III Congreso de la FESNAD (Federación de Sociedades Españolas de Nutrición) bajo el título “Nutrición y alimentación: Necesidad global”.

Este prestigioso congreso, que se celebra cada cinco años,  ha reunido los mejores especialistas en nutrición tanto nacionales como extranjeros, para exponer los últimos avances en dicha disciplina, así como para conseguir los necesarios consensos científicos para mejorar en este importantísimo aspecto de la salud.

Nos congratulamos en haber podido colaborar con nuestro pequeño grano de arena, fruto de nuestra larga experiencia en este campo, que junto a multitud de valiosas aportaciones han ayudado a clarificar y enriquecer las directrices presentes y futuras en nutrición saludable.

Desde luego han quedado claras varias premisas. La primordial desde luego es que la alimentación está en la base de nuestra salud. Nada novedoso, desde luego, pero que conviene recordar más que nunca en esta sociedad de la prisa y del estrés. Cada vez estamos más sumergidos en una nutrición silenciosa; compramos en un supermercado donde recogemos los productos ya envasados o pesados, comemos pocas veces en familia y no pocas veces solos delante de la televisión o del móvil. No hablemos ya de la calidad y preparación de los alimentos. Se pierde así la importante carga socializadora de la alimentación.

Pero más allá de estas connotaciones psicosociales de la alimentación, está la vertiente biológica de ésta. Y aquí cada vez se relaciona más esta importantísima función del organismo humano con la salud, y en especial con la prevención y el antienvejecimiento. No en vano la maravillosa y sofisticadísima maquinaria que es el ser humano consigue su energía para poder desarrollar todas sus funciones de dos elementos básicos e indispensables: el oxígeno y los alimentos. Cada vez se hace más hincapié en que el ser humano no se conforme con la ausencia de enfermedad, sino que vaya un poco más allá y trate de encontrar el mejor estado físico y psíquico de forma armoniosa y duradera, y aquí una correcta alimentación es básica. Un adulto medio habrá hecho unas 85.000 comidas a lo largo de su vida. Este dato nos acerca a la importancia de cuidar este ritual diario. Afortunadamente hemos nacido en una sociedad que contaba con la valiosa y saludable dieta mediterránea entre sus costumbres. Si, contaba, porque esta forma de comer es prácticamente un vestigio hoy día. Se han perdido la mayoría de hábitos que la caracterizan y se han adoptado otros ciertamente nocivos de otras dietas. El resultado es, entre otros, un incremento vertiginoso de la obesidad, con sus nefastas consecuencias: enfermedades vasculares, metabólicas, degenerativas, tumorales…Podemos ver así las consecuencias negativas de una mala alimentación. Hoy día se aboga por una vuelta a esta dieta pero transformada en su evolución natural, la dieta antiinflamatoria, que ya basada en profundos estudios científicos y no sólo en la experiencia empírica de siglos, es capaz de combinar alimentos y complementos nutricionales para la búsqueda del bienestar duradero. Otro punto importante es la contaminación y la negativa manipulación de los alimentos, que los convierten a veces en potenciales venenos bajo apariencia benigna. Ahí también nuestra capacidad para saber decidir qué comer y cómo hacerlo es esencial, y ciertamente para ello es clave una buen asesoramiento médico y una correcta tutela de todos los procesos por las administraciones. Eso, si, al final el responsable de su salud es cada persona en última instancia, y esta búsqueda de la longevidad saludable debiera estar en el objetivo final de cada individuo.

En nuestro consultorio hace años que intentamos concienciar a nuestros pacientes de lo importante de una buena alimentación que evite la obesidad y sus complicaciones. Nuestra Unidad de Terapias Antiobesidad es un compendio de campos de acción complementarios contra esta gran lacra del siglo XXI. Un profundo estudio previo de cada caso (el chequeo) nos facilita la elaboración de las estrategias a seguir de forma individualizada y basada en la evidencia científica.

Esta experiencia es la que hemos podido plasmar, explicar y compartir con multitud de insignes colegas en estas interesantes jornadas científicas, pudiéndonos  enriquecer también nosotros con el saber por ellos expuesto. Todo ello con un fin que ya Hipócrates con gran visión de médico y filósofo describió hace casi 25 siglos:                                                    “Que la medicina sea tu alimento, y tu alimento sea tu medicina”.